La Taberna del Puerto

[Polen]

¡¡¡¡¡YO QUIERO IR!!!!!

No hay derecho.... mi hermano se casa mañana, el muyyyyyy....hermano no ha podido escoger otro día mejor para emanciparse. Pobrecito, y sobretodo.... pobrecita su santa novia, que no sabe donde se mete. Y mientras yo estoy haciendo el paripé con los familiares que se ven de boda en boda sé que en algún sitio estarán celebrando la gran kedada del año.


Encima, las bodas me dan yuyu... siempre tengo a la típica maruja metomentodo clavándome de lleno en la teta uno de los hirientes alfileres del ramo de la novia del revés, porque según dicen si se desprende la dichosa aguja (también llamada arma blanca) me casaré (lagarto, lagarto...) y es que a mis ventionce soy para ellas una pobrecita solterona, y lo que es peor, algunas hasta creen que soy "mocica" (pobrecitas)

Y si todo esto no fuera suficiente con lo que me he gastado en el vestido hubiera comprado velas nuevas o mejor UN MOTOR. Estoy pensando cuando termine la boda cortarlo y hacerme unas velas cawoentoloquesemenea, aunque iban a dar mucho cante, porque la tela es roja, como la sangre que hierve al pensar que... AUN NO HE PEDIDO HORA EN LA PELU!!! (joer, me acabo de dar cuenta ahora mientras escribía el post)

En fin... lo bueno es que mi otro hermanito ha regresado de Afganistán, sano y salvo (eso sí, infectado de picaduras de pulgas por todo el cuerpo, parece que acaba de pasar el sarampión). Al menos ya estamos todos juntos de nuevo

Pues eso quiero fotitos el lunes, y que contéis como ha ido, y que os acordéis un poquito de los que nos hemos quedado con ganas de ir. Brindaré en el bodorrio a vuestra salud


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Las chicas buenas van al cielo; las malas... a todas partes

http://carena.blogia.com

[Quim]

mmm Jolin polen que bien te lo pasas con la familia y las fiestas

avisanos cuando te cases tu que venimos unos cuantos verstidos de marineritos a verte

pasalo bien con la boda
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Muere lentamente el que no arriesga lo cierto por lo incierto, para ir detras de un sueño. Asi como el que no se atreve, por lo menos una vez en la vida, a huir de su vida.

Nos vemos en el mar...

TRACTOR POWER!!!

P.D. No dejes de visitar el chat

[windi]

[mpineda]

Bueno Polen, la vida te da una de cal y otra de arena, uno que se casa y te deja sin kedada, y otro que vuelve.

Con la excusa dentro de poco se monta otra kedada, jeje.

Pásalo bien, al menos, aunque a mí tampoco me gustan las bodas, hace años que no voy a ninguna (a las últimas que fui lo hice en calidad de fotógrafa y sin cobrar encima). En una boda me siento como un pulpo en un garaje, la verdad....

Justo ayer pensaba que tengo pocas amigas que se hayan casado, aunque sí viven en pareja hace muchos años, y las que se casaron, ahora tiempo después, aseguran que no volverían a pasar por ello.

Para que veas cuanto me gustan, te dejo un escrito que hice hace siglos (así que los puristas no se me quejen de lo mal escrito que está), y así te ries un rato :

(Es sólo un relato en tono satírico, una visión particular, debe haber, estadísticamente al menos lo parece, novias a las que les encante el día de su boda, en cualquier caso siempre parto de la base del respeto, no pretendo crear un debate sobre casarse "sí o no", cada cual que haga con su vida lo que quiera sin molestar al prójimo)

Aunque creo que ya lo puse antaño.

Para ti Polen, tu hermano y a quien le pueda interesar :



CAMINO DEL ALTAR



Cuando decides casarte empieza el calvario. Tienes que decidir cuándo y cómo. Por el juzgado y unos cuantos familiares cercanos, o por la iglesia con y media ciudad. Casi siempre gana la iglesia, como a lo largo de la historia se ha venido demostrando.

Tu suegra y tu madre insisten en que ha de ser por la iglesia, como mandan los cánones, y organizan una cruzada hasta que te convencen, se llama chantaje emocional, hoy todo el mundo se casa porque les hace ilusión a sus padres. Para más tarde, delante de las vecinas y para hacerse las modernas, las oyes comentar: “yo no sé porque mi Pili se quiere casar, y encima por la iglesia con el follón que hay que montar, lo mejor sería que se juntaran y punto...”. Mentira, no haga caso, ellas quieren que te cases. Por ellas, no por ti. Tendrán la excusa para gastar dinero sin miramientos ante sus maridos con el “se nos casa la niña”.

Falta un año para la boda, pero mis amigas me han advertido que empieza a ser tarde para según que preparativo, que reserve día y hora en la iglesia, está todo muy saturado, casarse vuelve a estar de moda, te dan fecha para un año después. El día antes de abrir las inscripciones, en según que iglesias puntuales la gente se queda a dormir en la puerta la noche anterior.

Menos mal que me han dado unas directrices a seguir, tomo nota de todo.

Curso prematrimonial, lo haces al poco de pedir día y hora, más o menos un año antes del día señalado, durante dos fines de semana, el cura te dice que es para toda la vida, que hay que amarse y respetarse, para lo bueno y para lo malo. Eso cuando el cura no parece cura. Pero cuando lo es por los cuatro costados y te quiere convencer de afiliarte a no sé qué comunidad, y su catedral es la mejor, y se cree el dueño de ella, mejor que cambies de iglesia. No pidas misas personalizadas, existen modelos standard, eliges idioma como mucho.

Hay que pagar al cura, la voluntad, te dicen. Hay que pagar las flores de la iglesia, la voluntad, mínimo cinco mil, por si acaso la voluntad es poca.

El vestido de novia hay que elegirlo, probárselo, encargarlo y todo ello con no menos de nueve meses de antelación, pero sí yo engordo y adelgazo como un globo, ¿quién sabe como estaré yo dentro de un año?. Un vestido de princesa, blanco, virginal, sin comentarios a esto, con el que apenas puedes moverte, te cases en verano o en invierno, en Siberia o en el Caribe, será con un gran escote y la espalda descubierta. “Para presumir hay que sufrir” ¿Quién quiere presumir? Todas. Te pones a dieta rigurosa, el día de la boda se ha de estar impecable, luego da lo mismo. Tres meses antes irás a hacer la primera prueba si sigues con la idea de la boda.

No puedes llevar perlas el día de tu boda, dice mi amiga que da mala suerte. Mi madre llevó el collar de perlas de la abuela ese día, así le fue.

Los zapatos a juego, veinte mil del ala, para unas es horas algo exagerado, tipo Luis XV, tan bonitos como incómodos, una vez me hagan las fotos me pongo las zapatillas.

El coche, antes se alquilaba, ahora todo el mundo tiene un familiar con un buen “buga”, el tío Pedro nos dejará su Audi. Habrá que elegir el tipo de adorno floral, para la portería también, encargaremos un arco floral tipo Champes Elysée, para un par de minutos más o menos, en los que convertiremos la vieja portería oxidada y gris de extrarradio en un jardín improvisado, los grafitis pondrán el toque vanguardista. Y en cuanto pase la novia las vecinas se abalanzarán para coger una flor, el trabajo de horas quedará destruido en segundos.

Es imprescindible llevar algo azul(suele ser la liga), algo prestado(alguna joya, que no sean perlas), algo nuevo (las bragas, por supuesto). Te han de ayudar a vestirte las solteras, las mismas que han de hacer la cama, pues como no me ayuden mis sobrinas de cinco años, son las únicas sin compromiso de mi entorno, creo que soy “la última mohicana”, y me lo estoy pensando.

Yo no quería casarme, no me gustan los contratos indefinidos tan bestias, mejor uno de prácticas y si no dejarlo, y si funciona uno de seis meses, hasta llegar al fijo, gradualmente, pero de repente contratar un empleado indefinido sin período de pruebas es arriesgado. En realidad nos casamos por nuestros padres, como todos, por no darles el disgusto. Y por los dineritos, como todos, para qué vamos a negarlo, nuestros padres pagan el banquete, los suyos tendrán que pedir un préstamo al banco, tenían que haber sido más ahorradores y pensar en este día. A nosotros lo que nos ingresen los invitados en la cuenta nos queda limpio, será un buen negocio, todo beneficio.

Las invitaciones, carísimas, horteras y cursis, corazones, palomas, dorados, amor, la iglesia, y en medio la cuenta corriente bancaria para el regalo, nada de listas de boda, ni jarrones de la tía Edelmira. Las encargas para que estén listas seis meses antes, además te las dan como un puzzle, desmontadas y sin pegar, tienes que hacerlo tú a ratos libres en casa, ya empiezas a pringar en un trabajo no remunerado antes de casarte. Asimismo hay que repartirlas casa por casa a los que viven cerca, si no es una descortesía, vaya safari de visitas a familiares olvidados. Faltará un mes para la boda y quedarán invitaciones por montar y repartir. Las que has de enviar por correo tampoco es tarea fácil, pues has de conseguir las direcciones, código postal incluido, de un montón de gente que no sabes dónde leches viven, y para ello has de llamarles, para lo cual has de conseguir primero el teléfono. ¿Por qué harían antes las familias tan grandes?

Los puros para ellos, aunque todos se hagan los entendidos, nadie fuma puros excepto ese día y se arrepienten de hacerlo al instante que comienzan, pues suelen ser bastante malos, los buenos valen un ojo de la cara, eso sí en la vitola el nombre del novio, de la novia, y la fecha del lance. Pero abuelos, niños y mujeres, se apuntan al gasto, ese día todo el mundo fuma y bebe.

Para ellas la figurita ridícula de todo a cien “Made in China”, con tres peladillas envueltas en tul de agujeritos atadas con un lazito de raso rosa, que luego nadie sabe donde poner, excepto mi madre que las tiene todas en la vitrina junto a la cristalería de “bonito”, formando en fila india.

El restaurante, ni muy lejos ni muy cerca, con autocar, o cada uno con su propio coche, habrá que hacer mapas. El menú, ni caro ni barato, pollo no, qué vulgaridad, cordero tampoco, qué poco original. Pruebas de menú, un sábado, otro, otro más, y por fin lo ideal, de primero “Confite de Pato a la orange” y de segundo “Aire mentolado a la crema inglesa”, entremedio el consabido Sorbete de Limón para rebajar, de postre el pastel, y vino de la casa, tampoco hay que pasarse. Cava más bruto que Brut, y después del café, las copas que cada uno pague la suya. Dos meses antes prueba final y dinero a cuenta.

El fotógrafo, has de aceptar el que te impone la iglesia, y el que te pone el restaurante, aquí todo el mundo pilla cacho, si quieres prescindir de uno de los dos, has de pagar cincuenta mil pesetas, su beneficio por boda, es un acuerdo tanto con el cura, como con el restaurante. Una vez decides quién lo hará te muestran las opciones de reportajes, color, blanco y negro, sepia, aunque al final todas convergen en ser la misma foto desde trescientos ángulos diferentes. El vídeo para poder recordar dentro de unos años el piso cutre y pequeño que tenían nuestros padres, y de paso servirá para ahuyentar a los “Plómez”, cuando vengan más de dos veces seguidas a cenar a final de mes. Total unas doscientas mil, ¿esto no lo paga papá, o sí?. A ver si al final vamos a ir justos de resultados. No olvidemos que el padrino ha de invocar a una musa temporal para construirle una coplilla a la novia, se la leerá llorando si es posible, y con cara tierna, siempre se deja para último momento garabateando en un papel cuatro palabras que rimen.

Lo más conflictivo y retorcido es intentar repartir a los invitados en mesas de ocho. Doscientos cincuenta personas colocadas de tal manera que no juntes viejos con jóvenes, solteros con casados, niños con adultos, la tía Paqui no la sientes al lado del tío Federico que hace años que no se hablan, aquí sobran dos, a estos no los pongas tan lejos de la mesa de los novios que se van a molestar, y a mi amiga Elena que viene de Zaragoza ¿con quién la siento?, ¿con tu primo Benito el del pueblo?, ¡Sí hombre, no me lo perdonaría en la vida!. Empecemos de nuevo.

Los invitados eran cincuenta al principio, queríamos una boda sencilla, pero al ir sumando los compromisos de nuestros padres, intereses del trabajo, las vecinas de nuestras madres de toda la vida, no les vamos a hacer el feo, primos lejanos, hijos y nietos, familiares de provincias lejanas a los cuales se les envía la invitación por quedar bien, pensando “no vendrán, seguro” y vienen todos, y encima los tienes que hospedar en tu casa, nadie quiere pagar hotel. Cuando entre en la iglesia me va a dar la sensación de que me equivoco de ceremonia, no conoceré a nadie, no me extraña que sea tan fácil colarse en una boda y comer por el morro.

Lo más habitual es que te pases el último mes, añade, resta y suma gente, llama al restaurante y di que sois diez más, mañana cinco menos. Hasta que el encargado te dice que a partir de ese día no hay variaciones, de los que no se presenten habrá que pagar el cubierto igualmente.

La orquesta no importa, no vale la pena complicarse, me han dicho mis antecesoras, que escojas la que escojas, da lo mismo, a esa hora la gente está tan borracha que bailan tanto la pachanga como un pasodoble, bacalao o la marcha fúnebre, así que un problema menos.

Ya está todo atado, quedan dos semanas, despedida de soltera, ten por seguro que no la harán como a ti te gustaría, ni vendrá quien tú quieras. Cuenta con la suegra, la madre, las tías, las vecinas, cincuentonas aburridas que dan algo por ponerse a chillar delante de un “boy” semidesnudo, son las peores. Nada más empezar la noche desearás que acabe, deberás pasearte con un muñeco hinchable con boca en forma de donut, te regalarán penes saltarines y vibradores muy logrados, esos guárdalos para épocas de sequía.


Un detalle importante y comprometedor, el ramo, que no pese mucho, has de cargar con él al menos tres horas, ceremonia, reportaje de fotos, vídeo. Has de saber a quién se lo vas a dar, a la próxima que se case o simplemente lo tirarás al aire en plan película. Lo mismo que los novios del pastel, también han de tener asignado un dueño.

El pastel, de diseño o no, a estas alturas ya todo te da lo mismo y empiezas a dejarle elegir a él, que haga algo.

Los anillos, que se comprometa a regalártelos alguien de confianza, nadie sabe lo que cuestan hasta que van a comprarlos por primera vez, y regatear con el joyero las alianzas de compromiso no es buena manera de comenzar un matrimonio.

Las arras, hoy día casi nadie sabe lo que significa, pero todo el mundo las lleva en su bandeja de plata.

Damas de honor no llevaré, mis amigas se niegan a ir vestidas las cuatro con el mismo vestido en diferentes tallas, las comparaciones son odiosas.

Prueba de peinado y maquillaje dos semanas antes. Demasiado maquillada parezco una buscona, demasiado poco se me verá pálida en las fotos, qué indecisión. El pelo recogido cándido y dulce, ciento cincuenta horquillas sujetando el moño me taladran las ideas. Manicura imposible, me muerdo las uñas, y con los nervios más, tengo muñones por dedos, menos mal que las postizas de porcelana, resuelven situaciones límites.

Todo son problemas, en este vía crucis lo único por lo cual sigues adelante después de meses de preparativos es por las dos semanas de vacaciones en las que harás el consabido viaje de Luna de Miel, a mí me suena a lunática dulzona, ¿lo llamarán así por eso?. Nuestros padres se fueron a Mallorca, hoy día es destino de fin de semana largo, nosotros Seychelles o Islas San Mauricio. Primero hay que calcular cuánto nos va a quedar limpio. Doscientos invitados adultos a diez mil pesetas de regalo por cabeza como mínimo ya que es el precio del cubierto, son dos millones, aunque hay que contar con los imprevistos, porque en la boda de Rosa y Raúl, vinieron ocho compañeros de trabajo y entre todos le dieron quince mil pesetas, qué disgusto, cuando me lo contó no me lo podía creer.

Hoy hace un año que me casé. De aquel día no me acuerdo de nada, me sentía como en una nube transportada de aquí para allá, flashes, fotos, brindis, comida, niños, bailes y un cansancio titánico al final.

La novia no disfruta, el novio no se entera, a los padres les cuesta un riñón, los invitados maldicen ser los elegidos, ropa nueva, el regalo, un dineral. Si nadie lo pasa bien, ¿porqué se sigue casando la gente?.




Salut i milles


MPineda


PS. No casarse no significa no comproterse, para eso no hace falta firmar papeles, el compromiso está en nosotros.
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Salut i milles. Mpineda

"Fui Náufrago antes que navegante."