La Taberna del Puerto

[mpineda]

Si mi vida sin mí, fue increíble, ésta no me lo pienso perder...


Es incapaz de sobreactuar. La Polley se contiene tanto en esta entrevista como en pantalla. No alza la voz ni se emociona al declararse de izquierdas, ni siquiera cuando explica sus dos años de matrimonio, dice que feliz, ni tampoco aumenta los decibelios cuando me anuncia que ya tiene financiación para dirigir su primera película... ¡Antes de los 30! En cambio, también como en pantalla, es capaz de decir mucho con muy poco énfasis; con claridad y precisión, incluso para definir algo tan complejo como la mímesis y la catarsis actoral (suena pedante, pero ella logra pronunciarlo sin pretensiones). Y me confiesa que interpretar a una víctima como la Hannah de ´La vida secreta de las palabras´ le ahorra mucho en psiquiatra. La Polley domina la intensidad de lo mínimo

SARAH POLLEY, ACTRIZ: ´MI VIDA SIN MÍ´
"Con menos gestos explicas más"

Tengo 27 años y me he librado de la presión de ser famosa. Nací en Toronto: estupendo para vivir, aburrido para visitar. No soy actriz profesional: si me ofrecen una peli mala, hago otra cosa. ¿Religión? Tengo mucha fe en la fe de los demás. Dos años casada y feliz. Estoy haciendo campaña por la sanidad y la enseñanza públicas de calidad

LLUÍS AMIGUET - 29/10/2005


Ante la cámara, usted es capaz de decir muchísimas cosas con muy pocas palabras.

- Lo que hago es experimentar sin tener en cuenta al espectador. Me olvido de que la gente está ahí mirando, que yo estoy ante las cámaras, y me dedico a sentir. Si quien me ve después en la película comparte mis sentimientos, estupendo, pero no es mi preocupación principal.

- Suena usted un poco egoísta.

- Es así. Durante el rodaje de cada escena, me creo un mundo propio en el que intento vivir intensamente emociones, pero no para mostrarlas. Creo que si un actor empieza su trabajo pensando que va a mostrar al público lo que siente, fracasa. En ese intento, pierde la empatía con el espectador.

- Yo creí que actuar consistía precisamente en mostrar.

- No en mi caso. Yo consigo resultados con mi trabajo cuando lo hago de forma inconsciente. Y no me refiero a ese método de actuación que prescribe que el actor se quede solo con el personaje que interpreta y que dialogue con él. A mí eso no me sirve. Lo que yo hago es provocarme emociones y vivirlas en cada escena. Y espero que el espectador las comparta.

- ¿Y cómo consigue emocionarse usted?

- Sabiendo quién soy en escena. Hablo de un conocimiento profundo de mi personaje. Me documento y leo todo cuanto esté a mi alcance sobre ese personaje y si no está, me molesto en buscarlo. En La vida secreta de las palabras interpreto a Hannah, una víctima de violaciones y crímenes de guerra: fui al Centro de Crímenes de Guerra de Copenhague y me documenté a fondo.

- ¿Y con leer esa información le bastó?

- Hablé con fisioterapeutas, psicólogos y médicos que habían tratado a estas víctimas de guerra y tomé notas de sus experiencias y reacciones. No crea que traté de imitar en la película esas emociones que me describieron los médicos: eso no funcionaría. Lo que creo que llega al espectador es que esa asociación que yo realizo en mi mente sea inconsciente.

- ¿Cómo lo hace?

- Lo que hago es convertir la emoción que había sido información de nuevo en emoción, y es esa emoción la que el lector puede compartir conmigo. Los datos sobre la tortura y la violación no le provocarían el mismo sentimiento.

- Los datos son fríos.

- Por eso hacemos películas y no informes. Toda esa información que recojo la interiorizo y me sirve para crearme un clima emocional, que es el que revivo ante la cámara, y supongo que la pureza de esa emoción puede llegar a ser compartida por el espectador. Pero ya le digo que no intento mostrar lo triste que estoy.

- ¿Cuál es la técnica? Porque su personaje apenas habla, es extranjera, y, encima, tiene dificultades de habla.

- Por eso desarrollo una especial expresión corporal, pero partiendo de la contención.

- Desde luego no hace usted comedia italiana...

- Bueno, yo creo que cuantos menos gestos se hacen ante la cámara, más dicen. Con menos gestos explicas más. Así que trato de depurarlos, de ser muy consciente de cada uno y reducirlos hasta cargarlos de contenido.

- Por ejemplo.

- La respiración. Lo aparentemente trivial deviene esencial. Cada mañana, antes de rodar, me concentraba en mi respiración y me dedicaba a dominarla para evitar que ella me dominara a mí ante las cámaras.

- Hace usted que respirar parezca difícil.

- La mitad de nuestro trabajo consiste en saber respirar: se nota que no es usted actor.

- Un poquito todos lo somos.

- Así me convertía en Hannah, mujer violada y humillada, una víctima de crímenes de guerra como los que se cometieron realmente en los Balcanes. Debía convertirme en una persona que había conseguido sobrevivir dominando un ejercicio estremecedor: el de cortar cualquier relación con su cuerpo.

- ¿Qué quiere decir?

- Debía ignorar mi cuerpo; separarme de él; alienarme. Es el único modo de sobrevivir a una violación en masa y a la horrible masacre que sufre Hannah. Así que yo debía también lograr cortar mi relación con mi cuerpo. Lo conseguí gracias a las explicaciones de un fisioterapeuta que había trabajado con las víctimas de violación en los Balcanes.

- ¿Qué le explicó?

- Observando los hombros de las víctimas se puede apreciar que no respiran profundamente, hasta que, tal vez y no todas, un día consiguen romper esa especie de armadura que se han creado y que las oprime y las protege al mismo tiempo, y vuelven a respirar con todo su ser.

- ¿Cuándo logran liberarse?

- En cada víctima es diferente. Los terapeutas acaban desarrollando un sexto sentido para saber cuándo la víctima va por fin a romper esa armadura en la que se ha refugiado para poder sobrevivir durante la agresión y va a respirar de verdad profundamente.

- Si usted no ha sido violada, ¿puede sentirse violada ante la cámara?

- Puedo encontrar, creo que todos podemos, una experiencia dolorosa en mi vida, porque el dolor no es objetivo ni se puede medir, que evite que me paralice ante la idea de representar el inmenso sufrimiento de Hannah. Sólo puedo acercarme a ese sufrimiento leyendo el testimonio de víctimas de crímenes de guerra como ella.

- Parece usted muy segura de su método.

- Por eso voy a dirigir una película ahora: para arriesgarme y dudar. Ya estoy trabajando en ella. La seguridad es paralizante.



Salut i milles


Mpineda
_________________
Salut i milles. Mpineda

"Fui Náufrago antes que navegante."

[Werke]

Dice mucho de nuestra civilización el hecho de que exista la profesión de actor y que ésta haya llegado a un nivel de perfección tan alto.

Gracias a los actores de esta categoría nuestro mundo es parecido a aquel planeta llamado Gaia que Isaac Asimov describe en "Fundación y Tierra"; un planeta en el que todos los habitantes y el propio planeta comparten sus sentimientos y sensaciones.

Ayer vi "Mar adentro" por la tele. Al terminar me sentí hondamente agradecido a todos los que la han hecho, aparte de conmovido, sacudido íntimamente. Cuando uno entra en contacto con estas cosas, tan terribles y tan humanas a la vez, comprende la afirmación de otro invitado de La Contra de hace unos días (no recuerdo su nombre): "no somos seres materiales dotados de espíritu, sino seres espirituales que viven una experiencia material".

No sé si habéis visto la peli. Hay una secuencia en la que Ramón sueña que sale volando por la ventana; atraviesa bosques y sembrados, esquiva colinas y resigue valles hasta que, de pronto, el mar se abre ante él, inmenso en la luz crepuscular. Durante el vuelo suena el "Nessun Dorma" de Turandot cantada por un tenor poco potente (Pavarotti y Domingo nos han malcriado) pero de una sensibilidad y una técnica maravillosas. Hacía mucho que no lloraba viendo una peli.

Desde aquí, un recuerdo para Ramón Sampedro. Su cuñada dijo una vez que él era "o capitán" de la casa.

[Wandyta]

Yo tambien vi "Mar adentro" anoche Werke, en el Plus. Bueno, en el plus 30 que la pillé de casualidad justo cuando empezaba

No sé que técnicas usaría el Bardem para interpretar asi a Ramón, aunque por desgracia todos pudimos ver esta larga historia en directo hace años y esto supongo que ayuda a hacerse una idea de como interpretar a un personaje como este.

Me ha encantado el cariño con la que han sabido contar esta triste historia, todos, tanto actores, actrices y director, han tenido una delicadeza y respeto digno de admiración. Hoy, hasta me siento gallega ....

La injusticia en este pais desde luego tambien queda retratada y mucho en esta película, pero que no se diga que venimos a provocar ahora con el fondo de la cuestión ....


Muy bonita la entrevista María, nos enseña a ver que hay gente que se toma muy en serio su trabajo para poder llegar a transmitirlo
_________________
_________________

[Charran]

Mpineda,interesante entrevista,hay profesionales y "PROFESIONALES"...a éstos últimos hay que destacarlos siempre.
Werke.Vi la película en cine cuando se estrenó(en TV pierde mucho) y también me sacudió íntimamente.Muy bueno tu comentario y el de Wandyta.
Saludos.
_________________
Quienes no comprendan que el velero es un ser vivo jamás entenderán nada de la mar ni de los barcos.Bernard Moitesier.