La Taberna del Puerto

[pim]

Cuentan que un buen día, a la entrada de la Taberna, se encuentran Barbarroja y Barbanegra.

-Pero Barbanegra, que te ha ocurrido!- exclama barbarroja al verlo.
-Mil rayos y centellas! fue la semana pasada cuando estuvimos precisamente aquí bebiendo hasta el amanecer, no es cierto?
-Exactamente! bebimos hasta caer tumbados, pero cuando salimos de la Taberna estabamos los dos enteros.

-Pues verás- empieza a relatar barbanegra- a la mañana siguiente largamos amarras...
-... y te rodeó la flota inglesa?
-no, no, peor! deja que te cuente. Largamos amarras y tan pronto como abandonamos el abrigo del puerto, empezo a soplar un fuerte viento, mil diablos!
-...era el viento más endemoniadamente fuerte que he visto en mi vida. El mar se levanto en un momento y las crestas de las olas barrian nuestra cublierta; el timonel desfallecia, superado por la fuerza de los elementos y yo me dirigí hacia el para ayudarle; y en ese momento, el palo de mesana desarboló y cayó encima de mi brazo derecho. Y ya vés, llevo un bonito gárfio.
Barbarroja lo miró interrogativo, puesto que intuia que la historia aún no habia terminado.
-Entonces, antes de que nadie pudiera mover un dedo -continuó Barbanegra- una nueva ola atravesó nustra cubierta de babor a estribor y hizo caer el palo mayor encima de mi pierna izquierda, y ya vés -dijo mientras se daba un par de golpecitos en la pierna: "toc" "toc"- me han tenido que poner una pata de palo.
-C*ñ*!- Exclamó barbarroja- Qué mala suerte!
-Bien, pues yo creía que ya habia terminado la mala rracha. Me llevaron a mi camarote, me llenaron de ron y el sacamuelas me operó y me puso los implantes ortopédicos, y a la mañana siguiente me desperté como nuevo. Abrí la ventana y vi la mar en calma, y entonces salí a cubierta y miré al cielo y en ese momento pasó una gaviota y dejo caer su más despreciable néctar sobre mi ojo. Y por su culpa tuve que ponerme este parche.
-Oye, pero una caca de gaviota te saco el ojo ?
-No, no fue la caca, fui yo cuando intenté sacarme esa mierda- y barbanegra hace ademan de llevarse el garfio a la cara.